La retención urinaria y la disfunción de vaciado posparto consisten en la incapacidad de vaciar la vejiga espontáneamente o de forma adecuada tras el parto. La incidencia exacta es incierta y varía considerablemente en la literatura entre un 0,2 y un 37%1-4, dada la gran variabilidad de definiciones utilizadas en los diferentes estudios.
El retraso o ausencia del diagnóstico de la retención urinaria y, consecuentemente, una intervención tardía o inexistente, originarían una sobredistensión vesical que podría causar daños irreversibles en la contractilidad del detrusor y una disfunción de vaciado de larga duración.
Sin embargo, con el diagnóstico precoz y la intervención oportuna requerida, se espera una recuperación completa sin graves consecuencias a largo plazo, por lo que es importante identificar a las pacientes en riesgo.